Hay algo que yo no entiendo. I mean, sobre la maternidad. Ok, miles de cosas no entiendo pero ahora me aqueja una. El tema de la comida.
Porque por un lado el chiquito tiene hambre. Sí que tiene hambre. Te lo digo yo que soy la madre.No, no lo se por instinto. Lo se porque come a través mío. Así que si, tiene hambre, eso no se discute. Entonces, cuando antes una hamburguesa completa me llenaba a punto de explotar ahora dos no me hacen ni cosquillas. Antes un sanguchito era un almuerzo, ahora es la colación de media mañana. Un alfajor era cosa de "de vez en cuando" y ahora no puedo pasar por un kiosco sin uno de ellos, de preferencia terrabusi triple.
Pero, el problema no es que el pibe tenga hambre (sostendré a muerte que el hambre la tiene el/ella, no yo, bajo ningún concepto yo, ok?). El problema es que la obstetra tuvo el tupé de mandarme a la nutricionista antes de la primer ecografía y la muy turra me dio alimentación para obeso cardíaco. Corazón, como se nota que nunca estuviste embarazada...
- Esto es imposible eh, mira que tengo hambre
- Bueno, come una fruta
- Ehhhh dije hambre
Y me fui. El papelito con la dieta fue a parar a la basura esa misma tarde.
No se si hice bien, pero la criatura tiene hambre. No vaya a ser cosa que me terminen demandando si el pibe sale medio flaco... no?